5.¿Quién puede realizar la detección?
Pueden y deberían realizarla todos los maestros, los profesores y los asesores u orientadores escolares, los Pediatras. También pueden y deben realizarla los padres. Para ello necesitan los cuestionarios (Seguidamente los facilitamos). Lo ideal es que se realice por parte del colegio y al mismo tiempo por parte de los padres, o bien por parte del Pediatra y de los padres, y observar y comparar las respuestas.
Con frecuencia los padres no se atreven a realizar la detección por temor a no ser suficientemente objetivos. Este temor, en la gran mayoría de los casos, es infundado.
En el año 1999 se realizó, en la Comunidad Autónoma de Madrid un amplio diagnóstico de las capacidades de niños y adolescentes, en la que participaron 33.000 niños de 65 colegios. Esta interesantísima actuación fue dirigida por el doctor Esteban Sánchez Manzano, de la Universidad Complutense de Madrid, con el patrocinio de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Educación. Antes de realizar los diagnósticos se pidió a los docentes que, asesorados por los equipos oficiales de asesoramiento u orientación psicopedagógica de los colegios, indicaran, su criterio acerca de qué alumnos creían que podían ser superdotados. La misma pregunta se formuló a los padres.
Realizado el diagnóstico se procedió a comprobar el grado de acierto o error. El error de los maestros y profesores, asesorados por los miembros de los equipos oficiales de asesoramiento psicopedagógico, u orientación educativa de los colegios fue del 94%; en cambio los padres mostraron un nivel de acierto del 70%.
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, don Pedro Núñez Morgades, sorprendido por el alto índice de error de los docentes y de los equipos oficiales de asesoramiento psicopedagógico, realizó otra investigación. El grado de error de los docentes y de los equipos oficiales de asesoramiento de las escuelas e instituto fue similar: el 96%. La causa principal de este altísimo error del sistema educativo es debida a la permanente confusión entre capacidad intelectual y rendimiento escolar, tópico que persiste con gran fuerza en los docentes, y entre los miembros de los equipos de asesoramiento psicopedagógico u orientación educativa de los colegios.
Ante el error generalizado es importante señalar que, cuando un maestro o profesor desea hacer la detección a sus alumnos y pide los cuestionarios y la información básica para llevarla a cabo con acierto, es que probablemente se trata de un profesor con sensibilidad educativa, y que se halla al margen de los referidos tópicos y errores conceptuales. En estos casos el grado de acierto de estos docentes suele ser similar al de los padres, y en determinadas ocasiones puede ser incluso superior.